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EL SEVILLANO

EL SEVILLANO

Biography

Antonio Pérez Guerrero, El Sevillano, nació el 12 de abril de 1909 en el número 1 de la sevillana calle Macasta, en el mismísimo barrio de Santa Marina, muy cerca de la Alameda de Hércules, por más que gustaba decir que era de La Macarena, donde tantas noches se le podía escuchar junto a la guitarra de Eduardo de la Malena.No obstante, El Sevillano residió con su familia desde los nueve años en Alcalá de Guadaíra, de ahí que se ganara el remoquete de El Sevillano, hasta que se marchó para incorporarse a la milicia, lo que explica que aprendiera a cantar junto a Joaquín el de la Paula, con quien trabajó en “El Descrédito”, la caseta que el maestro alcalareño ponía en la feria de Mairena del Alcor, a más de conocer al mítico fandanguillero El Curilla o que conociera sus comienzos profesionales en la popular Venta de Platilla.

Tras cumplir el servicio militar en Cádiz, El Sevillano se cultivó en los ambientes flamencos sevillanos, sobre todo en la Alameda de Hércules, hasta que en 1935 dejó el fútbol para recorrer con la compañía de Manuel Vallejo el territorio nacional. A partir de ahí, dedicó toda su vida a los espectáculos y a los tablaos madrileños hasta su
retirada en la década de los setenta.

En el ecuador de los treinta y los albores de los cuarenta, El Sevillano  copa el interés de los aficionados a través de sus fandangos y bulerías grabados con Niño Ricardo, momento en alza que compagina con los espectáculos, tal que en Cádiz, donde trabajó con La Niña de los Peines y Pericón, y en otro junto a Niño de Fregenal, Juanito Valderrama y Pepe Pinto. Ya en 1941 giró con el espectáculo “4 Faraones”, junto a Manolo Caracol, Juanito Valderrama y Pepe Pinto, y al año siguiente hizo lo propio con Paco el Americano y Canalejas de Puerto Real, a más de cantar en Sevilla con El Peluso y el alcalareño Carlos Franco, y en Cádiz, con Manolo Caracol, Pepe Pinto y El Peluso.

El año 1943 El Sevillano regresó de nuevo a la compañía de Manuel Vallejo, así como a la de Niño de Fregenal y El Peluso, para pasar luego al espectáculo “Aragón y Andalucía”, con La Niña de La Puebla y Jacinto Almadén, al que siguieron “Pasan las coplas” (1947), junto a José Cepero, Paco el Americano y Pepe Marchena.Manolo Caracol lo reclama de nuevo para figurar, entre 1955 y 1957, en los espectáculos “Herencia de arte” y “Arte español”, lo que no quita para que en 1957 apareciera, igualmente, en “Ruiseñores de Huelva”, ya que dominaba con justeza los fandangos de Antonio Rengel, José Rebollo e incluso el de Santa Bárbara, pasando ya en 1958 a compartir aplausos con Pepe Marchena, Manuel Centeno y La Niña de Antequera en el espectáculo “Festival Nacional de Arte Andaluz”, así como con ésta última en “Mensaje andaluz” y “Dueña del cante” (1959).

En el decenio de los sesenta, El Sevillano vuelve de nuevo con Pepe Marchena, con quien, además de Porrinas de Badajoz y Gracia de Triana, formó en “Alarde flamenco” en un año, 1964, en que grabó por vez primera con Paco de Lucía -la segunda sería en 1967-, al que siguieron al año siguiente otros espectáculos como “Los duendes del fandango”, con Gordito de Triana, y “Solera”, con Porrina de Badajoz, o su presencia junto a La Niña de Antequera en “Andalucía canta” y “Tablao flamenco”, ambos en 1967..

El reconocimiento como artista y como persona siempre lo tuvo tanto en Sevilla como en Alcalá de Guadaíra, porque si en noviembre de 1985 recibió el cariño de Tomares y después, el 16 de octubre de 1987, la peña Torres Macarena le recaudó veinte mil duros mientras estaba internado en el Hospital Universitario de Sevilla, la afición alcalareña le rindió homenaje el 20 de noviembre de 1987, en el Teatro Gutiérrez de Alba, merced a Juan Valderrama, que fue el promotor del mismo.

El Sevillano murió el 14 de febrero de 1989 tras una larga enfermedad.

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